Me gusta quizás por...

Me gusta quizás por ese espíritu de alma libre detrás de su caparazón, o quizás por ese injerto de defectos adecuados a mi perfeccionalidad.

Me atrae quizás por la semejanza de su caminar pausado al de la salida del sol, a ese sonido de las hojas en otoño, tan lento y digno de admirar.

Puede ser por ese santiamén que sus ojos pudieron ver los míos, y casi de forma inmediata olvide lo hermoso que había visto el mar aquella vez, entonces reestructure lo que creí alguna vez admirar...

Y me encontré en el momento en el que entiendo algunas frases que hace tiempo no entendía, y que jamás creí entender, y que jamás le podré explicar.

Cuál ave en pleno vuelo, mis emociones son superiores cuando logró encontrarle nuevamente en mis pensamientos, danzan en mi, tan sólo de pensar en el, y no me piden que corra a decirlo sólo vuelan en mi.

Inadecuado el momento que descubrí una parte de mi que se encontraba aislada, sumergida, convexa entre mis rincones, olvidada...

Y si siguiera buscando otra metáfora para justificar mi fijación sólo estuviera ignorando lo evidente, lo traslucido ante mi sonrisa, que no hay un quizás, sólo hay un "porqué" detrás de lo sorprendida que me encuentro al haberme fijado en él, y es que, la luz de su ser junto al mío sólo crearon un escenario perfecto, sus emociones complementaron las mias, su magia adivinó mi truco y en ese preciso momento olvide que era lo correcto y comencé a decir...

"Me gusta quizás por..."